Vecinos volvieron a manifestarse contra la instalación de termoeléctricas en Ruta 2

Este viernes 18 de abril, vecinos, productores y organizaciones comunitarias volvieron a manifestarse en el kilómetro 52 de la Ruta 2 para expresar su rechazo al proyecto de instalación de dos centrales termoeléctricas en la zona.
La protesta, como en ocasiones anteriores, se desarrolló de manera pacífica y respetuosa, con entrega de folletos, flores y bolsones de verduras a los automovilistas que transitaban por el lugar.
Con carteles en mano, manos levantadas y mensajes claros, los manifestantes buscaron informar y concientizar sobre las posibles consecuencias del emprendimiento energético, que podría tener graves impactos sobre el ambiente, la salud de la población y el trabajo de los productores rurales. “Hoy volvimos a encontrarnos en la ruta, junto a productores y vecinos, para seguir defendiendo lo que amamos”, expresaron.
Según detallaron, el gesto fue bien recibido por quienes pasaban por la ruta: muchos respondieron con bocinazos, palabras de aliento y gestos de apoyo. “La comprensión y el amor con que fuimos recibidos nos confirma que no estamos solos”, aseguraron.
Las preocupaciones de los vecinos están centradas en las consecuencias que podrían derivarse de las emisiones contaminantes de las termoeléctricas, como enfermedades respiratorias y deterioro del entorno productivo. Las localidades afectadas serían Brandsen, Abasto, El Peligro, Etcheverry y Lisandro Olmos, zonas de fuerte arraigo agrícola.
Los manifestantes también exigieron estudios de impacto ambiental serios y detallados, y el debate sobre alternativas energéticas más limpias y sostenibles, como la energía solar o eólica. En ese sentido, se espera que el próximo lunes 21 de abril a las 19 hs, el Concejo Deliberante de Brandsen retome la sesión en la que se votará la desafectación del suelo para uso industrial, una decisión clave para el futuro del proyecto.
Al respecto, se prevé que las movilizaciones continuarán el domingo 20, siempre en el mismo punto, con la convicción de que “la región debe seguir siendo sana, productiva y viva”, como sostienen desde las organizaciones vecinales.