Mostró cómo era el trabajo en la Escuela Anexa de La Plata y armó un gran debate: “Era aprender con alegría”
La Escuela Graduada Joaquín V. González es más conocida como la Escuela Anexa dado que al inaugurarse en 1906 su nombre original fue Escuela Graduada para Varones anexa a la Sección Pedagógica de la Facultad de Ciencias Jurídicas y Sociales.
Por medio de la cuenta de instagram @misteriosdelaplata, Nicolás Colombo, escritor del libro “Misterios de La Plata”, comparte con sus más de 30 mil seguidores, mitos urbanos, historias extrañas, secretos y curiosidades de la ciudad.
En esta oportunidad, el escritor compartió una foto de la antigua Escuela Anexa de La Plata, donde mostraba el trabajo que realizaban los niños por esa esa época:
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La foto en cuestión, bajo el título: “En otras épocas, así trabajaban los niños de la Escuela Anexa de La Plata, practicando un oficio a la vez que edificaban nuevas instalaciones del colegio” despertó todo tipo de comentarios por parte de los internautas.
Algo que dividió totalmente las aguas, entre quienes apoyaban la labor de los niños dentro de la escuela y quienes repudiaron las actividades educativas que se llevaban adelante por aquel entonces. Uno de los comentarios que más se destacó y que dio inicio a esta nota fue: “Un orgullo ser ex alumno. No era trabajar. Era aprender con pasión y alegría”.
En la foto, se puede divisar un breve comentario acerca de la tarea que realizaban los niños: “A más de 7 metros de altura, Oscar Calandra procede al ajuste de una armadura del techo con el parante”.
A partir de allí, se generaron diversas opiniones: “Claramente eran otras épocas, hoy un niño debería crecer en un entorno sano y seguro, capacitarse muy bien y recién después salir al mundo del trabajo”,” Pero los niños no debieran trabajar. Por suerte no sigue sucediendo eso”.
“Antes pasaba en todas las escuelas públicas, los padres y la Cooperadora del colegio, colaboraban para solucionar los problemas”, “En el taller de carpintería, aplicaban lo aprendido para armar el aula taller”, “Un peligro esa altura para unos niños, que locura” agregaron.
Entre tantos usuarios que dejaron sus comentarios, aparecieron profundas historias: “Mi abuelo Martín García Navarro fue uno de aquellos niños, y siempre tuvo un amor especial por su escuela y por sus compañeros de aquella generación”.
“Hacer tu propia escuela es un orgullo. Yo creo que estarían cuidados y no harían tareas peligrosas porque no hay un documento que indique que hubo algún accidente. Me acuerdo como alumna de ver las fotos de los niños trabajando en la escuela de madera y sentir admiración y hasta un poquito de envidia” indicaron en otro comentario.
Estas opiniones dejaron en evidencia, que efectivamente se trataba de una época diferente a la actual, la cual no merece punto de comparación alguno. Pero es una muestra de las tareas desarrolladas por quienes asistían a la escuela, que veían cada uno de esos trabajos como algo cotidiano en su rutina diaria educativa.