Fumata blanca o negra: así se elige al nuevo líder de la Iglesia Católica

CHIMENEA VATICANO
COMPARTIR ESTA NOTA

Tras el fallecimiento del Papa Francisco el pasado 21 de abril de 2025, la Iglesia Católica ha iniciado el proceso del cónclave para elegir a su sucesor.  A partir de este 7 de mayo, 133 cardenales menores de 80 años se reúnen en la Capilla Sixtina del Vaticano para llevar a cabo votaciones secretas con el objetivo de designar al nuevo pontífice.

El cónclave, que se desarrolla en un ambiente de aislamiento y confidencialidad, contempla hasta cuatro votaciones diarias: dos por la mañana y dos por la tarde.

Para que un candidato sea elegido, debe obtener al menos dos tercios de los votos, es decir, 89 sufragios. En caso de no alcanzar un consenso tras múltiples rondas, se procede a nuevas votaciones considerando solo a los dos candidatos más votados.

Una de las tradiciones más emblemáticas del cónclave es la emisión de humo desde la chimenea de la Capilla Sixtina, conocida como “fumata”.

El humo negro indica que no se ha logrado un acuerdo, mientras que el humo blanco señala la elección de un nuevo Papa.

Desde 2005, para evitar confusiones en la interpretación del color del humo, se utilizan mezclas químicas específicas: perclorato de potasio, antraceno y azufre para el humo negro; y clorato de potasio, lactosa y colofonia para el humo blanco.

Una vez que se emite la fumata blanca, las campanas de la Basílica de San Pedro repican anunciando al mundo la elección del nuevo pontífice.

Posteriormente, el cardenal protodiácono proclama el tradicional “Habemus Papam” desde el balcón de la basílica, presentando al nuevo Papa, quien elige un nombre papal y se dirige a los fieles por primera vez.

¿Qué pensás de esta nota?