El origen de Halloween: por qué se celebra el 31 de octubre, calabazas, disfraces y “dulce o truco”
Cada 31 de octubre se celebra Halloween, también conocida como la “Noche de las Brujas”, una festividad marcada por calabazas talladas, disfraces y niños pidiendo dulces. Aunque hoy es una fecha muy popular en Estados Unidos, su historia se remonta a más de 3.000 años atrás, en Europa.
El origen de Halloween proviene del antiguo festival celta Samhain, que marcaba el fin del verano y el inicio del nuevo año. Los celtas creían que esa noche los espíritus podían cruzar al mundo de los vivos, por lo que se disfrazaban para pasar inadvertidos entre ellos.
Con el tiempo, la Iglesia incorporó esta tradición al calendario religioso al establecer el “Día de Todos los Santos” el 1° de noviembre, dando lugar a la “víspera de todos los santos”, o All Hallow’s Eve, de donde surge la palabra Halloween.
La celebración llegó a Estados Unidos a mediados del siglo XIX, con las migraciones irlandesas provocadas por la Gran Hambruna. En 1921 se realizó el primer desfile de Halloween en Minnesota, y desde entonces su popularidad creció impulsada por el cine y la televisión, especialmente tras el estreno del clásico de terror Halloween (1978).
Una de las costumbres más reconocidas es el “Trick or Treat” (“dulce o truco”), inspirado en la leyenda celta de Jack O’Lantern. Según la tradición, los niños recorren las casas pidiendo golosinas y si no reciben nada, pueden hacer pequeñas bromas.
Las calabazas iluminadas, simbolizan la antigua práctica celta de ahuyentar a los espíritus y mantener encendida la luz del hogar.
