Desgarrador testimonio de una madre víctima del narcomenudeo: “La droga se llevó a mi hijo”

Este lunes 6 de septiembre se llevó a cabo un nuevo encuentro con titulares de lugares de contención y ayuda alimentaria de los barrios de Olmos, Etcheverry, Cristo Rey, Los Hornos, El Retiro, el Mercadito entre otros, coordinada por La Plata Solidaria.
Con la premisa “el narcomenudeo nos gana por goleada”, se puso en discusión uno de los temas que más repercute en los barrios de la periferia: el avance del narcomenudeo.
Durante la reunión con referentes de comedores y voluntarios, Mariana, la madre del joven que ingresó a robar la Farmacia de 7 y 529 (Tolosa) y murió al enfrentarse con la policía dijo: “La droga se llevó a mi hijo”.
“Voy a ir hasta las últimas consecuencias con quienes le vendían la droga a Rodrigo”, sostuvo, quien será recibida por autoridades del Ministerio de Seguridad junto a las Madres Guerreras contra las Adicciones y La Plata Solidaria.
El caso de Rodrigo como el de muchos otros jóvenes, pone en primer plano una realidad social que muchos intuyen, no quieren ver o, peor aún, naturalizan en barrios vulnerables de La Plata –y no tanto– del conurbano bonaerense y ciudades del interior del país.
En muchas zonas la venta minorista de drogas pasó a ser una salida laboral para no pocos jóvenes –con o sin estudios secundarios– en desigual competencia con trabajos precarios y mal remunerados, al amparo de una presumible tolerancia policial y/o política no desinteresada. La “plata fácil” que genera el narcomenudeo incentiva el aumento del número de adictos.
El robo de celulares para venderlos y comprar drogas pasó a ser una fuente de ingresos que alimenta el delito y la demanda, al igual que –en otra escala– el de motos o autos.
“Hay familias absolutamente desintegradas y hemos llegado al punto de que adelantamos la entrega de comida porque los jóvenes le roban a sus propios vecinos que no tienen ni para comer”, agregó Carolina del comedor Los Duendes del Parque.
Las diferentes ONG y comedores harán una presentación formal también por la falta de asistencia de alimentos.
“La situación de la periferia platense requiere que todas las fuerzas vivas de la ciudad se pongan de acuerdo en políticas públicas que comiencen a revertir un duro panorama”, concluyó Pablo Pérez, coordinador de La ONG platense.