A 18 años de la desaparición de Jorge Julio López: su familia mantiene vigente el reclamo de justicia

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Un día como hoy, pero de 2006, Jorge Julio López fue visto por última vez cuando salía de su vivienda en Los Hornos, ciudad de La Plata, provincia de Buenos Aires. El 28 de junio de 2006, el albañil y militante peronista relató su secuestro de fines de octubre de 1976, cuando un grupo de tareas comandado lo secuestró de su casa y luego mantuvo en condición de desaparecido en cuatro centros clandestinos de detención, donde sufrió torturas y vio torturar y asesinar a compañeros y compañeras de cautiverio.

Su testimonio se convirtió en una de las piezas clave para sustentar la acusación en el juicio por delitos de lesa humanidad contra el ex subjefe policial de la bonaerense Miguel Etchecolatz, quien posteriormente fue condenado a ocho cadenas perpetuas por crímenes durante la dictadura. El obrero estuvo secuestrado durante casi tres años en varios centros de detención clandestinos del denominado Circuito Camps, hasta que fue liberado en junio de 1979.

López pudo identificar al represor como quien participó del operativo de secuestro y como uno de los que les aplicaba torturas a él y a otros detenidos en el centro clandestino de Arana. Con detalle y precisión, identificó a los hombres y mujeres que estuvieron detenidos en condición de desaparecidos en los mismos lugares que él, identificó a los represores que torturaban y describió los centros clandestinos en los que estuvo detenido, lo que permitió reconstruir el circuito represivo que funcionó en La Plata en aquella época.

Ese lunes 18 de septiembre de 2006, López salió de su vivienda y se dirigió al Salón Dorado del Palacio Municipal de La Plata para escuchar los alegatos del proceso. Pero nunca llegó, y desde entonces su paradero se mantiene desconocido. En 2014, mientras se escuchaban las últimas palabras de la sentencia contra Etchecolatz por los crímenes cometidos en el centro clandestino de detención conocido como “La Cacha”, el represor tomó un pequeño papel y trató de entregárselo al tribunal, pero se le impidió hacerlo. El contenido del papel, según se pudo ver por fotos tomadas, llevaba escrito a mano el nombre “Jorge Julio López”.

Tras 18 años sin avances significativos en la causa, su familia mantiene vigente el reclamo de justicia para terminar con la impunidad de quienes lo secuestraron por segunda vez, aunque con pocas esperanzas de que alguna vez se sepa lo que ocurrió. Sin embargo, no baja los brazos en la búsqueda, y cuentan que en la actualidad hay dos líneas de investigación en torno a la cual se esperan respuestas: un eterno pedido para que se realicen estudios de ADN a 66 tumbas NN del cementerio de La Plata y una presentación para que se desclasifiquen archivos de la Secretaría de Inteligencia del Estado (SIDE) de los que podría surgir algún dato sobre el cual trabajar.

En La Plata se realizarán varias actividades y está prevista una marcha a las 17 horas desde la Plaza Moreno.